La violencia contra las mujeres es una de las más degradantes violaciones de los Derechos Humanos y continúa progresando en el ámbito global.
No respeta fronteras, culturas, niveles económicos. Está presente en épocas de conflicto y en tiempos de paz, en el hogar, en el trabajo y en la calle.
Es una injusticia manifiesta que impide que la sociedad avance en el camino de la igualdad y el bienestar común que todas y todos queremos en convivencia.
Eliminar la Violencia de Género de nuestras vidas y proteger a las víctimas no es una opción, es una obligación.
Para eso necesitamos el compromiso individual de la ciudadanía, hombres y mujeres, y el compromiso colectivo de la sociedad todos los días del año.
Cada gesto, chiste, actitud o comentario peyorativo y discriminatorio contra las mujeres, aumenta la permisividad y abre el camino hacia los malos tratos. La violencia es en parte posible porque el resto de las personas mantiene algún tipo de silencio y tolerancia hacia ella.
Por estos motivos, es imprescindible desterrar radicalmente de nuestra sociedad todo tipo de violencia de género y sustituirla por la práctica del buen trato de aquellos hombres que la ejercen sobre las mujeres.
Para ello es imprescindible una educación en afectividad y sexualidad desde la infancia y la adolescencia, basada en el respeto mutuo y la igualdad.
Imprescindible es también que la condena y rechazo de la violencia contra las mujeres se manifieste unánimemente por toda la sociedad, de manera que no tengan cabida posicionamientos políticos o sociales que cuestionen la existencia de esta trágica realidad.
Desde el Ayuntamiento de Candelario, expresamos nuestro rotundo rechazo a cualquier tipo de violencia de género y declaramos públicamente nuestro compromiso a luchar contra cualquier manifestación de la misma, haciendo un llamamiento a la ciudadanía y a las instituciones públicas a sumarse a esta declaración.
