Las regaderas son un elemento singular de este pueblo. Se trata de una especie de pequeños canales que cruzan toda la localidad desde lo alto de la villa hasta su parte más baja. Estas regaderas que adornan las callejas de la localidad sirven para el riego de las huertas cercanas y tuvieron la utilidad de arrastrar los despojos y la sangre del gorrino en época de matanza.
Las aguas proceden de los manantiales y del deshielo de la sierra próxima. Las regaderas reflejan un estilo de vida de unos habitantes sujetos a las hostilidades del medio y que con imaginación construyeron elementos domésticos y populares que han dado estilo y carácter al pueblo.