Los vecinos de candelario comienzan a celebrar las fiestas de invierno con la Candelaria, que fuera Virgen de las clases pudientes de la villa. Centenares de kilos de los productos típicos del cerdo se reparten entre los muchos visitantes que suelen poblar la plaza del Humilladero.

La Candelaria es una fiesta cargada de tradiciones. Los mayordomos se encargan de pagar todo, en ocasiones de manera simbólica: desde los porteadores de la imagen en procesión a las encargadas de vender los boletos del sorteo del rosco. No en vano la Candelaria fue, en tiempos, la virgen de las clases pudientes, que pagaban todos sus servicios.

Los organizadores se encargan de cumplir con otra de las tradiciones. Dos jóvenes de la localidad comienzan después de las fiestas navideñas, a recorrer la calles del pueblo para vender los boletos para el sorteo del Rosco, que tiene lugar tras la procesión y la eucaristía.